El punto de encaje – El Fuego Interno
Después de un encuentro sorprendente con un aliado, don Juan reanuda sus enseñanzas sobre la conciencia, introduciendo el concepto crucial del punto de encaje. Explica que este punto luminoso en el capullo de energía humano es responsable de seleccionar las emanaciones que forman nuestra realidad percibida. El golpe del nagual, un empuje en este punto, puede desplazar la conciencia, una técnica que los viejos videntes usaban para el control y que los nuevos videntes utilizan para una comprensión más profunda. Castaneda relata su propia experiencia de un desplazamiento dramático y una visión vívida, que don Juan aclara como un movimiento de su punto de encaje. La conversación profundiza en las diferencias entre la conciencia del «lado derecho» (conocido) y del «lado izquierdo» (desconocido), y cómo el movimiento del punto de encaje, especialmente a través de nuevos hábitos o prácticas de brujería, abre el acceso a estos reinos ocultos. Don Juan enfatiza que la verdadera maestría reside en mover el punto de encaje desde dentro, un logro que permite a los guerreros enfrentar experiencias profundas, incluso desquiciantes, manteniendo su cordura. El capítulo concluye con la explicación de don Juan de la luminosidad humana como una «bola de queso jack» con una banda de «queso cheddar» que representa el espectro humano de emanaciones, y el papel del punto de encaje en la «agrupación» de estas emanaciones para crear la percepción, revelando incluso un «lado oscuro del hombre» a través de desplazamientos extremos.