El Impulso de la Tierra – El Fuego Interno
Don Juan retoma sus enseñanzas revelando el descubrimiento de los antiguos videntes de que la Tierra misma es un ser sintiente con su propio capullo luminoso. Explica que la Tierra puede proporcionar un tremendo impulso a los guerreros, una clave para desplazar el punto de encaje y entrar en otros mundos. Castaneda, con la ayuda de Genaro, experimenta tal desplazamiento, entrando en un aterrador mundo «infernal» a través de la marcha del poder y las emanaciones de la Tierra. Esta experiencia, impulsada por el silencio interno, subraya que lo desconocido no es meramente interno, sino que existe en la vastedad de las emanaciones de la Tierra. Don Juan y Genaro, revelados a Castaneda a través de la «visión» como maestros acechadores, demuestran cómo manipulan su percepción con fines de enseñanza. Castaneda también presencia cómo Genaro desaparece al entrar completamente en otro mundo, enfatizando que la posición del punto de encaje define la realidad. El capítulo destaca que solo los guerreros disciplinados con silencio interno total pueden utilizar de forma segura el impulso de la Tierra para ensamblar y navegar por estos otros mundos, una hazaña que los viejos videntes a menudo malinterpretaron.